01-02-2024. La foto de esta semana es para el animal más abundante en nuestra querida ría, el mejillón. Mytilus galloprovincialis (Lamarck, 1819) es un bivalvo de concha equivalva, oblonga, de contorno subtriangular, abombada y puede alcanzar los 120 milímetros de longitud. El umbo es terminal, puntiagudo y está ligeramente curvado hacia abajo, tras el cual el margen ventral es frecuentemente cóncavo; margen dorsal ampliamente redondeado. La charnela es pequeña y carece de dientes. La superficie exterior de las valvas está recubierta por un fino y robusto periostraco. Su forma puede variar dependiendo del hábitat y de la distribución geográfica. El cuerpo del animal presenta un amplio manto con sus bordes provistos de una especie de tentáculos dentados que funcionan como prefiltros del agua inhalada. El color de la concha es negro con tintes azulados; el interior de la concha de color blanco-nacarado.
Desde el intermareal hasta los 40 metros de profundidad, sobre fondos duros, tanto naturales como artificiales, como pueden ser rocas, pecios, cabos, instalaciones portuarias, boyas o pantalanes. Se ancla por medio de los recios filamentos del biso, que puede regenerar en caso de ser arrancado del sustrato. En nuestras aguas es objeto de un cultivo intensivo en unos artefactos flotantes denominados "bateas" o "mejilloneras".