1. MISTICETOS
En esta primera
parte nos centraremos en los grandes cetáceos, en los Misticetos,
que incluyen a los Rorcuales (Balaenopteridae), comúnmente llamados
también ballenas, pero con características diferentes a las
verdaderas ballenas (Balaenidae). Los Misticetos, en general, presentan
un cuerpo muy grande, siendo normalmente la hembra mayor que el macho. Poseen,
además, un espiráculo doble, y las mandíbulas desprovistas
de dientes. En cambio, van equipadas con barbas en la parte superior.
1.1. RORCUALES (Balaenopteridae)
Los miembros de
este grupo, tienen características en común, como por ejemplo:
- Barbas no
excesivamente largas.
- Cabeza aplanada
y aguzada.
- Aleta dorsal
de tamaño relativamente pequeño.
- Numerosos surcos
longitudinales paralelos, situados en la garganta y en la parte delantera
del vientre.
1.1.1. Rorcual azul o "Ballena" azul - Balaenoptera musculus (Linnaeus, 1758)
Es el mayor mamífero
actual, y al mismo tiempo, el mayor vertebrado de todos los tiempos. El ejemplar
más grande conocido, era una hembra de 33'5 metros de longitud, aunque
la media es de unos 25 metros, siendo los machos algo menores que las hembras.
Su peso puede sobrepasar las 150 toneladas. La cabeza, equivale a 1/4 parte
de la longitud del cuerpo. La mandíbula inferior sobresale de la superior.
Tiene una aleta dorsal pequeña y está situada en el tercio posterior
del cuerpo.
Viven en grupos de
2 ó 3 individuos y lleva a cabo grandes migraciones. Se tiene visto
en compañía de Rorcuales comunes. Las poblaciones de esta especie
fueron drásticamente reducidas por las matanzas a las que fueron sometidas
por la caza industrial ballenera.
En la actualidad
está protegida en todo el mundo, pero su recuperación
necesita de un tiempo considerable, debido a su baja tasa de reproducción,
ya que cada pareja tiene una cría cada dos años; la preñez
dura 11 meses y el pequeño necesita posteriormente ser amamantado
durante un período que va de los 7 a los 15 meses, alcanzando
la madurez sexual entre los 4 y los 7 años. Prácticamente
no comen peces, manteniéndose principalmente a base de pequeños
crustáceos. |
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1.1.2. Rorcual común o Franco - Balaenoptera physalus (Linnaeus, 1758)
Su longitud va de
los 16 a los 25 metros en los individuos adultos (en nuestras costas raramente
sobrepasan los 22 metros) y su peso llega a las 60 toneladas. Los machos son
menores que las hembras. La mandíbula inferior sobrepasa a la superior
igual que ocurría en el rorcual azul, y también al igual que
éste, posee una aleta dorsal pequeña situada en el tercio posterior
del cuerpo (pero más atrás en el rorcual azul). Esta, además,
tiene la parte posterior cóncava y el extremo romo. Las aletas pectorales
son lanceoladas y son 1/9 parte de la longitud del cuerpo.
El color del dorso
es oscuro, y el vientre blanco, lo que le da un "dibujo" característico
muy bonito.
Generalmente, viven
en grupos de 2 a 6 individuos. Tienen preferencia por las aguas profundas
y realizan migraciones desde las regiones subtropicales a las polares en el
Atlántico norte.
La gestación
dura 11 meses y al nacer, la cría mide 6'5 metros, y pesa unas 4 toneladas;
la lactancia se prolonga por espacio de 7-12 meses. Alcanzan la madurez sexual
a los 5-8 años. La ovulación se produce cada año y medio.
En cuanto a la alimentación
es algo más piscívora que el Rorcual azul; captura fanecas,
arenques y sardinas, pero también crustáceos de pequeño
tamaño, principalmente copépodos. En el momento de la captura
de peces, se reunen muchos ejemplares, al contrario de lo que ocurre cuando
capturan copépodos.
En las costas
Gallegas se venían cazando de modo sistemático. Desde
los años cincuenta, las citas se cuentan por miles y la relación
de capturas proporcionada por la industria "ballenera" cada
año, dan una media de unos 250-300 ejemplares capturados por
año desde el año 1.976 al 1.981 (hay que tener en cuenta
que el número de capturas por año, seguramente superase
estos valores, ya que los datos eran proporcionados por la propia industria
sin ningún control "externo"). |
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Rorcual
común macho muerto en la factoría ballenera de Cangas |
1.1.3. Yubarta o Ballena jorobada - Megaptera novaeangliae (Borowski, 1781)
La longitud de los
adultos oscila entre los 11 y los 18 metros y las hembras son generalmente
superiores a los machos. Su peso es de, aproximadamente, 45 toneladas. Cabeza
gruesa, que presenta por la parte superior unas concreciones dispuestas simétricamente
que le dan un aspecto característico. La mandíbula inferior
sobrepasa también a la superior. Las aletas pectorales son extremadamente
largas, mientras que la dorsal es pequeña.
Frecuentan aguas
costeras y viajan en grupos de hasta 20 individuos. Realizan migraciones regulares;
están en los mares fríos en el verano y en el otoño vuelven
a las aguas templadas. Está protegido en todo el mundo.
El período
de gestación dura 12 meses y el de lactancia unos 11 meses. Alcanzan
la madurez sexual a los 4-5 años.
En el Atlántico
norte comen crustáceos, bacalao, arenque, faneca, salmón y cefalópodos,
pero la dieta varía según se trate de animales pelágicos
o costeros. En el Antártico tienen una dieta más restringida
y se mantienen sobre todo de Krill (un crustáceo con forma de "gamba"
muy pequeña).
Su presencia es rara
en el Atlántico aunque puede existir un paso regular de ejemplares,
atendiendo a su ruta migratoria.
1.1.4. Rorcual aliblanco - Balaenoptera acutorostrata Lacépède, 1804
La longitud de los
adultos va de los 7 a los 10'5 metros, por lo que es el más pequeño
de los rorcuales. En este caso, los machos son ligeramente mayores que las
hembras de la misma edad. El peso de los adultos varía entre las 8
y las 10 toneladas. Cuerpo corto y grueso, aletas pectorales estrechas y relativamente
grandes. Muestran una característica mancha blanca en la parte superior,
de donde le viene el nombre. La aleta dorsal es apuntada y relativamente alta.
Color oscuro en el dorso y blanco en el vientre.
Viven en
pequeños grupos de 2-3 individuos. Realizan también migraciones
regulares y viajan a aguas tropicales en invierno y a las polares en
verano. Los grupos viajan por sexo separados, migran primero los machos
y luego las hembras; nadan cerca de la costa, aproximándose mucho
a los barcos. La alimentación se basa en pequeños crustáceos
y peces diversos: sardina, arenque, ... ocasionalmente come cefalópodos.
Esta especie es habitual pero poco abundante en el Atlántico
peninsular. |
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1.2. BALLENAS (Balaenidae)
Tienen barbas más
largas, cabeza muy grande y de perfil redondeado, no posee aleta dorsal, ni
tampoco surcos longitudinales en la garganta.
La importancia relativa
de estas especies en nuestras costas es mucho menor que en el caso de los
rorcuales. Citar en todo caso la Ballena vasca, Eubalaena glacialis (Müller, 1776), vista
en alguna ocasión en el Cantábrico y en Finisterre; su avistamiento,
por lo tanto, es algo excepcional.
2. SITUACIÓN ACTUAL DE LA CAZA DE BALLENAS
Tras siglos y siglos
de persecución de los grandes cetáceos por parte del hombre
(veremos esto con más detalle en Los Mamíferos Marinos II),
en 1.982, la CBI (Comisión Ballenera Internacional) adoptó la
moratoria sobre la caza de ballenas comercial. La caza se detuvo definitivamente
en 1.986.
Esta medida, positiva
a todas luces, continúa empañada por la negativa de algunos
países balleneros a respetar el acuerdo suscrito por la mayoría de
los países miembros de la CBI.
Cabe destacar alguna
excepción en esta moratoria. Algunos pueblos ligados desde siempre
a la actividad ballenera como medio de vida, y que, por lo tanto dependen
de ella para su subsistencia, siguen teniendo derecho a cazar algunas ballenas;
las cuotas permitidas (caza aborigen de subsistencia), vienen controladas
por la CBI. Algunas de estas poblaciones son: los Inuits en Alaska y Groenlandia,
los Chuckchis de Siberia, los indios de Makah del Oeste Americano y los habitantes
de Bequia en el Caribe.
Sin embargo, el problema
está representado por dos países principalmente: Noruega y Japón.
Éstos, son países ricos e industrializados, que no dependen culturalmente
de la caza de ballenas, y aún así se empeñan en retomar
la caza comercial.
En 1.993, Noruega,
cansada de esperar una autorización oficial para volver a la caza,
se auto-atribuyó una cuota comercial de rorcuales. Actualmente, los
balleneros noruegos, capturan cerca de 700 ballenas/año.
En el caso
Japón, no se ha retomado la caza abiertamente como Noruega, sino
que disfraza esta caza comercial como campañas balleneras "científicas".
550 rorcuales fallecen cada año bajo los arpones de cabeza explosiva
antes de ser desmenuzados y almacenados para su venta. |
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Como podemos ver
en estas imágenes, estos barcos realizan su actividad "científica"
con total impunidad. "Estamos recogiendo muestras de tejidos"
dice este cartel colgado justo al lado de donde se descuartizan a decenas
de animales, sabedores de que la moratoria afecta a la caza comercial, con
lo que la caza con "fines científicos" no desobedece la ley
sino que la "rodea".
Lo malo de todo este
cuento es, que el único organismo internacional dedicado al tema de
las ballenas al más alto nivel, la CBI, no tiene sin embargo poder
disciplinario, con lo que no tiene posibilidad por tanto de sancionar, o impedir
de otra forma, este tipo de actividades que violan los acuerdos tomados por
un conjunto de países reunidos en una entidad superior que los representa.
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Ante esto, solo cabe
esperar que, en un futuro esperemos que próximo, el sentido común
haga su aparición entre estas gentes, propiciando así que imágenes
como esta de un ballenero Japonés dando caza a un Rorcual aliblanco,
o esta otra en la que un pequeño rorcual es izado a bordo de un pesquero,
(ambas en aguas protegidas de la Antártida), no sigan produciéndose
y que se permita así que estos animales se recuperen de cientos de
años de cruenta persecución por parte de los humanos.
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