Su forma
nos recuerda a una pequeña montaña granítica
que, surgiendo de un fondo arenoso a 20 metros de profundidad, se
eleva hasta superficie. Al ser un verdadero peligro para la navegación
en la zona, está balizada con una torreta de hormigón
de color verde. Aun así encontraremos restos de una embarcación de madera que termino sus días en ese lugar y que el mar se encargo de esparcir por sus contornos.
Entre sus
grietas podremos encontrar nécoras, congrios, en sus paredes
colonias de cnidarios y esponjas, así como centollos camuflados,
pulpos y sepias, y nadando por su contorno sargos, mojarras, fanecas,
maragotas, etc.
Sobre el fondo arenoso que rodea el bajo podremos ver las típicas zanorias de mar (Veretillum cynomorium), impresionantes y delicados coraes blandos que se anclan en la arena.