29-04-13. Este espectacular animal es Phoronis australis Haswell, 1883, un animalillo no citado en nuestras aguas aunque tiene una amplia presencia en las mismas, lo que demuestra que además de especies nuevas que el ser humano introduce accidentalmente o no y de otras que con el cambio climático están "emigrando" hacia el norte, todavía existen especies poco conocidas por falta de estudio de las mismas (sería este el caso, dado que es muy difícil su expansión desde aguas lejanas, no solo por su reproducción sino además por su específica asociación con los Ceriantos).

Es el mayor forónido de nuestras aguas, que puede alcanzar unos 200 milímetros de longitud, con un diámetro corporal de entre 2 y 5 milímetros. Vive dentro de un tubo membranoso que él mismo produce. Una de sus partes corporales, la ámpula, es la encargada de fijar al animal al tubo, mientras que en el extremo contrario esta el lofóforo compuesto por dos extremos enrollados en una espiral de entre 2'5 a 3'5 vueltas, con una longitud de 5-16 milímetros y con hasta 1000 tentáculos. Color purpúreo o rosado amarillento translucido.

Podemos encontrarlo desde los 5 hasta los 40 metros de profundidad. Vive exclusivamente en la pared del tubo de los ceriantos (principalmente de Cerianthus membranaceus), perforándolo y utilizándolo como sustrato. Se ancla en la parte interior del tubo, la más resistente, secretando siempre su propio tubo. Son animales hermafroditas que incuban los huevos en un cordón mucoso secretado por unas glándulas especiales y que se extiende desde el fondo del lofóforo a todo lo largo de la cara interna de los tentáculos internos del mismo (en la foto se pueden apreciar como masas blancas en su parte central), si bien pueden presentar también reproducción asexual mediante escisión transversal. Se alimentan de partículas en suspensión que atrapan con su abanico de tentáculos. Puede haber más de un foronídeo por cerianto, pudiendo llegar a ser incluso 20 - 50 individuos.

La asociación entre P. australis y el Cerianto se puede definir como de inquilinismo basado en tres relaciones entre ellos: el sustrato (el tubo del huésped), la alimentación (los dos son animales suspensívoros) y la protección (la contracción del cerianto en su tubo provoca un estremecimiento del mismo que induce al forónido a retraerse).

26-04-13. Esta esponja lobulada, de apariencia frágil y de un claro color amarillo es Celtodoryx ciocalyptoides (Burton, 1935) una especie exótica o invasora (eso solo el tiempo lo dirá). Este ejemplar fotografiado es el primero que se encuentra en aguas de la Península Ibérica, por lo tanto representa la primera cita para dicha zona geográfica, ampliando así su distribución hacia el sur.

Originaria de Asia, del Mar Amarillo y del Mar de Japón, e introducida en aguas europeas en partidas de ostras, Crassostrea gigas (Thunberg, 1793), para su cultivo, fue observada por primera vez en la ría de Etel (Francia) por la señora Annie Girard, siendo inicialmente descrita como una especie nueva, Celtodoryx girardae Perez, Perrin, Carteron, Vacelet & Boury-Esnault, 2006.

Podemos encontrarla en profundidades entre los 2 y los 38 metros, siempre en zonas reguardadas, con fuertes corrientes de marea y de fuerte sedimentación, por ello se da bien en estuarios, bahías y rías. Presenta dos morfotipos bien diferenciados, que pueden estar relacionados tanto con la edad del ejemplar como con la profundidad a la que habita. La forma tapizante (caso fotografiado a una profundidad de 28 metros) de la que van saliendo pequeños lóbulos irregulares, estando la base normalmente recubierta por el sedimento y solo apreciándose las partes lobulares, puede ser un caso característico de ejemplares jóvenes o de aguas de zonas profundas, a más de 15 metros, donde la presión y la luz pueden ser factores que limiten su crecimiento. Por contra la forma masiva con grosores de entre 8-10 centímetros, esporádicamente pueden ser 50 centímetros en ambientes ideales, que puede alcanzar una extensión de más de 1 metro cuadrado, con una superficie de formas redondeadas recubierta de pequeños lóbulos y salpicada de diminutas chimeneas donde se disponen los ósculos, es característica de ejemplares viejos o de zonas de aguas poco profundas (a menos de 10 metros de profundidad).

En ambos casos la esponja acostumbra a estar recubierta tanto por epibiontes como por materiales del sustrato (arena, fango y trozos diminutos de conchas) lo que puede enmascarar total o parcialmente a la esponja.

Sería interesante reportar cualquier encuentro de esta especie en nuestras inmersiones para poder de esta forma ver realmente su capacidad de expansión.

18-04-13. En la inmersión del pasado lunes encontramos con sus correspondientes puestas ejemplares del precioso ovúlido de la fotografía, Simnia nicaeensis (Risso, 1826), certificando así que este animalillo está presente y es ya uno más de la fauna de nuestra ría y que su cita por primera vez para aguas atlanticas que realizamos en el 2010 (Fehse, D., Trigo, J.E., Pérez Dieste, J. & Aldrey, J.M. (2010) Three new records of the family Ovulidae for Galicia (NW Spain) and discussions on their valid nomenclature. Gloria Maris 49, 141-153.) a partir de un solo ejemplar encontrado no fue una rareza.

Este pequeñísimo gasterópodo tiene un tamaño máximo de 16 milímetros de longitud, por unos 4 milímetros de ancho. La concha es muy delgada, de forma oblonga, afiliándose hacia ambos extremos. La abertura, que no presenta opérculo, es ovalada, muy estrecha y se extiende por la parte inferior de un extremo a otro, formando en el extremo anterior una cornisa saliente que conforma el canal sifonal. El exterior de la concha es lisa, brillante y presenta líneas de crecimiento, bien visibles en sus extremos. Los bordes del manto del animal forma un sifón inhalante, y en los laterales del manto tiene dos alas que recubren la concha cuando el animal está móvil, siendo la ala de su parte izquierda la mayor y la que recubre casi la totalidad. Tiene un gran pie, largo y ancho, que no presenta dobleces longitudinales. En la cabeza destacan dos largos tentáculos que tienen un ojo, cada uno de ellos, en su base. El color de la concha es blanquecino muy brillante y el cuerpo del animal es de color blanco con tubérculos y pequeñas manchas anaranjadas; los tentáculos blancos con una franja amarilla o castaña, con el ápice blanco.

Se desconoce todo sobre este raro animal del que incluso no existía hasta este momento ningún registro de un animal vivo, conociéndose solo por sus conchas. Se cree que vive entre los 5 hasta los 75 metros de profundidad sobre Paramuricea grayi, Eunicella verrucosa y de Alcyonidos de las que se alimenta.

Reconocer también a los participantes en la inmersión, Damián Sueiro, Alberto Marqués y a Montserrat González su ayuda en la recopilación de tan importantes datos, puesto que además de certificar la presencia de más ejemplares en nuestras aguas pudimos fotografiar sus puestas (desconocidas hasta ahora) y conocer sobre que animales las realiza (importante pues conocemos su alimento).

16-04-13. Esta falsa medusa denominada vulgarmente "Carabela Portuguesa" es realmente una colonia de pólipos hidrozoos muy especializados, Physalia physalis (Linnaeus, 1758). La colonia esta compuesta por miles de pólipos de cuatro tipos diferentes, cada uno de ellos con una función muy específica, que necesitan trabajar de forma conjunta para poder mantener viva la colonia y poder así sobrevivir individualmente. En la parte superior se sitúa el pólipo de mayor tamaño, el neumatóforo, un gran flotador asimétrico gelatinoso lleno de gas con una "cresta" en su parte superior que actúa a modo de vela; de su parte inferior cuelgan numerosos tentáculos que pueden alcanzar hasta 10 metros de longitud en total extensión. Los tentáculos más largos y contráctiles y de apariencia granulosa, los dactilozoides, son los hidroides encargados de la captura de las presas y de la defensa de la colonia, cada gránulo contiene células especializadas con una elevadísima capacidad urticante (nematocistos). Los numerosos tentáculos menores son los gastrozoides que segregan los jugos digestivos sobre las presas capturadas previamente por los dactilozoides y su función es meramente digestiva. Los gonozoides son los hidroides encargados de la reproducción. El neumatóforo es de color azul plateado translúcido con matices rosados o violáceos y los tentáculos de un precioso azul turquesa o púrpura.

Es una especie pelágica oceánica pleustónica, que vive en la interfase aire/agua, que llega a las costas (en nuestro caso de forma muy excepcional, dado que son de aguas cálidas) arrastrada por los vientos, olas y corrientes marinas. Es un animal cosmopolita que habita en todos los mares templados, cálidos y tropicales del planeta.

Es realmente una especie peligrosa para el ser humano, especialmente para niños, ancianos y personas débiles; la picadura de sus nematocistos ocasiona fuertes dolores, laceración de la piel, dificultad respiratoria y, en algunos casos, la muerte por shock anafiláctico. Se deberá tener precaución incluso con los ejemplares muertos de la orilla de la playa, pues los nematocistos de sus tentáculos mantienen su capacidad de inocular veneno, por lo que evitaremos su manipulación. En caso de "picadura", se recomienda lavar esa parte con agua salada (nunca con agua dulce), evitando frotar la zona afectada, y aplicar vinagre o alguna crema corticoide.

11-04-13. Este precioso cnidario antozoo, de aspecto delicado y casi translúcido es Parazoanthus anguicomus (Norman, 1868). Es una anémona incrustante colonial, que están unidas entre sí por delgados estolones laminares y que pueden llegar a formar densas colonias. Cada pólipo, que puede llegar a alcanzar una altura de 25 milímetros por unos 8 milímetros de diámetro de disco oral. Rodeando el disco oral, en el centro del cual que encuentra la boca, tiene dos círculos de 33-44 tentáculos de hasta 8 milímetros de longitud. Estos animalillos los podremos encontrar desde el norte de las Islas Británicas hasta el norte de Portugal, entre los 20 y los 400 metros de profundidad sobre sustratos orgánicos, esponjas, tubos de poliquetos o corales muertos, y también sobre sustratos inorgánicos como rocas e incluso pecios, siempre buscando zonas umbrías, protegidas de la luz solar directa de la que parecen escapar.

04-04-13. En los fondos marinos de la ría de Arousa es muy común el ofiuroideo Ophiocomina nigra (Abildgaard in O.F.Müller, 1789), la Ofiura negra como es conocida coloquialmente. A veces tapizan literalmente los fondos, incluso recubriendo otros animales como gorgonias. En zonas de corrientes de marea ligeras elevan sus brazos para recoger del agua circulante partículas con las que alimentarse. Son animales suspensívoros y detritívoros. A veces, aunque de forma excepcional, se encuentran ejemplares albinos, animalillos sin ningún tipo de pigmentación en su capa corporal exterior. En la inmersión de ayer nos encontramos un precioso ejemplar de color marrón claro, como se aprecia en la fotografía, que aunque tiene pigmentación, esta no se corresponde con el color negro típico de la especie, al que se refiere tanto su nombre científico como su nombre común.

01-04-13. Este diminuto animalillo fotografiado ayer, Domingo 31, Pycnoclavella stolonialis Pérez-Portela, Goodwin, Picton, Turrón, 2010, representa la primera cita para toda la Península Ibérica. Descrita recientemente de ejemplares recogidos en aguas de Irlanda, Inglaterra y Canal de la Mancha, este hallazgo aumenta considerablemente su distribución hacia el sur. En nuestras aguas es la sexta especie del género Pycnoclavella que tenemos registrada y fotografiada a fecha de hoy, siendo de todas ellas con diferencia la más diminuta, unos 2 milímetros de alto (incluyendo el tallo) por apenas 1 milímetro de diámetro. Su tamaño y su túnica translúcida la hacen invisible, siendo solamente la característica mancha blanca en forma de gruesa "X" dispuesta en la zona intersifonal la que puede delatarla haciendo que podamos vislumbrar un difuso y finísimo punteado blanco entre esponjas, briozoos o hidrozoos, en el sustrato en el que esté anclada. Se desarrolla en grupos de individuos libres (zooides), más o menos dispersos y unidos entre sí por la base por medio de unos estolones gelatinosos que le sirven además para fijarlas al sustrato, por lo que se le considera una ascidia colonial social; las colonias pueden estar formadas por unos pocos o por cientos de individuos. Su hábitat se encuentra entre los 10 y los 40 metros de profundidad, sobre rocas, pecios, e incluso sobre hidrozoos y briozoos, siempre en zonas de elevada corriente de agua. Esto último lo pudimos comprobar bien Ángel Herrero, Sergio Almazán, Raúl Herrero y el que escribe estas líneas, pues para poder certificar el hallazgo definitivamente, fotografiando la especie y recogiendo muestras, nos vimos obligados ayer a realizar una dura inmersión en una zona de fortísima corriente, que fácilmente podría alcanzar una velocidad de 2 nudos.